Surrendered Spirits, producción de CinnaMoon Collective

Ver a los dancistas revolcarse en el suelo y buscar ser poseídos por las emociones adecuadas, nunca deja de asombrarme. Ese aparente conjuro ancestral de los artistas escénicos lo ví y fotografié recientemente en un ensayo, aquí, en Toronto.

En Canadá estaba buscando la oportunidad de fotografiar cualquier evento, pensé en las marchas a favor de palestina o hacer fotografía callejera aunque me puteara uno que otro chele megalómano, hasta que Irma Villafuerte, quien es salvadoreña, me contactó para que documentara en fotos dos ensayos del colectivo que fundó con Nickeshia Garrick; CinnaMoon Collective (https://www.cinnamooncollective.com/ ).

¿Cómo coincidimos? Bueno, para hacer el cuento corto, mi tata vino a Canadá en los setentas y desde entonces, naturalmente, ha acumulado contactos en diferentes rubros de la sociedad, siendo uno de esos el artístico cultural. Me tiró el paro.

Durante el ensayo, al momento del calentamiento, pude revivir el asombro de ver el conjuro de las emociones, ese proceso de despojo de los movimientos autómatas para pasar a la posesión del cuerpo por parte de un pedacito del infinito.

Después, cuando ensayaban la pieza, interpreté la narrativa: se trataba de un vaivén entre la esperanza que los comienzos propician y el final pétreo y frío. Esto se desarrolló en el contexto de la migración, hablando sobre la adaptación al ritmo de vida de un país poderoso y, para muchos, inhumano, mientras el migrante es, de algún modo, un niño bienintencionado, ingenuo y eventualmente amedrentado. Presentaban una ondulación: como que si nacían, morían y volvían a nacer para morir otra vez.

Fui a ver la puesta en escena en un lugar que se llama Canadian Stage. La experiencia fue un poco impersonal por las dinámicas sociales que hay que asumir en un teatro, pero el mensaje de la puesta estaba intacto, incluso, más vibrante y más rico en simbolismos gracias a los elementos de videomapping, sonidos envolventes, juego de luces y la música en vivo con voces tan poderosas como tiernas. Me resultó una experiencia conmovedora y reivindicante romántico migrante.